Pese a que la universidad australiana de Queensland Central ha desarrollado la primera cosechadora automática para mango, esta no reemplazará a la cosecha manual. La cosechadora del profesor Kerry Walsh y su equipo se ha probado en la finca Groves Grown Fruit, sita en Yeppoon.
El prototipo de la máquina tarda aproximadamente cinco segundos en cosechar una fruta, desde la detección hasta su depositado, según el propietario de la finca, Ian Groves. El profesor Walsh dice que la cosechadora automática tiene potencial para resolver el gran problema de mano de obra al que se enfrenta el sector del mango.
La cosechadora es un componente de un sistema integrado que permitirá a los agricultores saber exactamente cuánta fruta hay en los árboles, cuando estarán en condiciones perfectas para el consumidor y cuándo emplear el número correcto de trabajadores para la recolección y el envasado. No sustituirá totalmente la cosecha manual de fruta.
El objetivo final es ahorrar costes y mejorar la productividad de la finca, así como elevar la demanda de consumo garantizando una experiencia de consumo de máxima calidad todas las veces. En la actualidad, la cosechadora tiene una eficiencia del 75 por ciento en la identificación y recolección automáticas de las frutas a la vista.
El profesor Walsh espera mejorar su rendimiento hasta alcanzar una eficiencia de más del 90 por ciento, aumentar la velocidad y perfeccionar su construcción para reducir costes. La próxima fase será estudiar las opciones para colocarla en un dron terrestre que opere de forma autónoma, a mayores velocidades y con mayor precisión.
