Un importante productor sudafricano de aguacate opina que las espalderas son el futuro, en especial ahora que los cultivares de nueva generación están disponibles para los productores.
Zander Ernst, director de Marketing y Producción en Allesbeste, dijo en el Congreso Mundial de Aguacate en Colombia que la clave de la producción de su empresa son unas mayores densidades, y que las espalderas son un primer paso fundamental en el proceso del micromanejo.
“En aguacates, hemos visto incrementos en la densidad de producción en los últimos años, pero tenemos que avanzar hacia una nueva horquilla y un nuevo paradigma conforme se desarrollan nuevos cultivares”, afirmó Ernst. “Los cultivares de nueva generación son semienanos y muy precoces, y empiezan a dar producción en el primer año. Si los plantamos en un marco de 8 x 4 o 7 x 3,5 no nos dan esa ventaja de retorno de la inversión. Los huertos de alta densidad hacen que el proceso de toma de decisiones sea más sencillo simplificando las cosas, pero necesitamos ramas para producir la fruta”.
Ernst añadió que uno de los objetivos del micromanejo es incrementar la producción hasta el punto de alcanzar precisión en las tareas, como observación de ramas por separado, y en concreto la poda.
“Además, evitando o gestionando la alternancia mediante la selección de ramas que se rejuvenecen constantemente, teóricamente se eliminan las ramas que no serán productivas al año siguiente, dejando espacio para los brotes productivos”, explicó. “Nuestro mayor desafío con los aguacates ha sido el vigor de crecimiento; como plantamos en mayores densidades, este vigor de crecimiento está provocando que podemos más. Cuanto más podamos, más crecimiento, y se inicia una espiral negativa. Por tanto, lo que intentamos hacer es evitar podar o usamos métodos que nos abocan a más alternancia. Por consiguiente, de hecho, tiene una curva negativa”.
Pero Ernst dice que lo que diferencia las espalderas en los aguacates de otros cultivos es que los árboles de hoja perenne y precoces suelen necesitar sistemas de apoyo porque empiezan a dar frutos pronto y las ramas se doblan hacia abajo superando los 90 grados, lo cual puede afectar a la producción. Allesbeste cree en las espalderas porque “empujan los límites de la producción” y mejoran el rendimiento por hectárea.
“Entre las muchas ventajas está una mayor eficiencia de producción, el aumento del retorno sobre la inversión, la mejora de la capacidad productiva del árbol, aceleración del pleno potencial de cultivo”, enumeró Ernst. “Para qué esperar hasta el sexto o séptimo año para alcanzar el pleno potencial cuando puede conseguirse en el primer o segundo año. Después está la gestión de la alternancia, pero también tenemos que gestionar la insolación; de hecho, muchos productores quieren que a la fruta le dé sol por motivos de coloración y sabor, pero tenemos que evitarlo para conseguir más cantidades comercializables”.
La empresa comenzó el proyecto de espalderas en 2015, inicialmente con una parcela de prueba con 30 árboles, pero un año después, según Ernst, se dieron cuenta de que había que extenderlo a escala comercial. Para 2021, se prevé que Allesbeste tenga 29 hectáreas en producción con espalderas.
“Nos encaminamos hacia un cien por cien comercial, con las espalderas Tatura y Vertical, que se repartirán las hectáreas al 50 por ciento porque creemos en ambos sistemas”, señaló Ernst. “Creo que todavía nos queda mucho trabajo aquí. Estamos muy ocupados con la investigación en este momento, y mejoraremos los métodos que utilizamos”.
