Las recientes declaraciones del ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Ángel Manero, han generado fuerte indignación entre los agricultores de Piura. Durante un evento minero, el ministro afirmó que si la agricultura no es rentable para los productores, “no le tienen que pedir nada al Estado”. Estas palabras fueron recibidas como un menosprecio a las históricas demandas del agro, sector que constantemente reclama mayor inversión pública, infraestructura hídrica adecuada y un Estado que acompañe a la agricultura familiar en su desarrollo.
Arnulfo Adrianzén Juárez, presidente de la Junta de Usuarios del Alto Piura, rechazó enfáticamente esas declaraciones y recordó que los agricultores no cuentan con recursos suficientes para afrontar obras urgentes como la rehabilitación de las 69 bocatomas de la zona, muchas de ellas aún rústicas y heredadas de la época de las haciendas. Según el dirigente, el papel del Estado en estos casos es insustituible. “¿A quién más vamos a acudir si no es al Midagri?”, cuestionó.
Adrianzén también subrayó que el apoyo estatal no representa un gasto gratuito, ya que los agricultores hacen aportes constantes al Estado a través de la Retribución Económica por el uso del agua, que es administrada por la Autoridad Nacional del Agua (ANA). “No pedimos favores. Lo que solicitamos es que se reinviertan los recursos que nosotros mismos generamos como sector productivo”, explicó.
Saúl Núñez Montenegro, presidente de la Comisión de Usuarios de la Margen Derecha del Chira, también se pronunció al respecto. Reiteró la urgencia de ejecutar proyectos estratégicos como la ampliación de Poechos, la construcción de reservorios y mejoras en la infraestructura hídrica, en lugar de desestimar las necesidades del campo con declaraciones desafortunadas.
Ante este escenario, los gremios agrarios de Piura evalúan convocar una movilización para exigir la renuncia del ministro Manero. “Quizá no sea la solución definitiva, pero ante una falta de respeto de esta magnitud, al menos esperamos que el ministro dé un paso al costado”, afirmó Núñez. La indignación del sector refleja el profundo malestar por la desconexión entre las autoridades y las realidades del agro en el norte del país.