La empresa considera instalar una parcela de prueba de cerezas de bajo requerimiento de frío, que permitiría cosechar entre septiembre y octubre, una ventana que hoy presenta menor oferta en el mercado internacional. Se trata de una evaluación técnica y productiva, más que de una decisión de expansión comercial inmediata.
De otro lado, la empresa indicó que la mano de obra se ha convertido en el principal cuello de botella para el crecimiento agrícola. “No hay especialización agrícola en Majes. Necesitamos capacitar trabajadores o contratarlos en el norte”
Pampa Baja evalúa nuevas opciones de crecimiento en tierras de Majes y Olmos
La falta de personal calificado impacta especialmente en cultivos intensivos en trabajo, como uva de mesa y los arándanos, lo que ha llevado a la empresa a priorizar productos que demandan menos mano de obra, como la palta y la granada, y a evaluar nuevas alternativas productivas.
En ese marco, Agrícola Pampa Baja viene analizando las tierras que dispone en Majes y Olmos, con el objetivo de explorar distintas opciones de crecimiento que equilibren productividad, costos laborales y acceso a mercados internacionales.
La empresa opera en un entorno particularmente desafiante. Está ubicada en una zona desértica de Majes, donde el agua debe ser trasladada desde más de 100 kilómetros, a través de un sistema de riego que se abastece de la presa Condoroma.
La operación de Agrícola Pampa Baja
Con más de 1,300 hectáreas en Majes y 25 años de operación, Pampa Baja ha construido un modelo agrícola diverso orientado a mercados como Europa, Estados Unidos y Asia, aprovechando períodos comerciales clave. Su portafolio incluye plata Hass, uva de mesa, mandarinas, granadas, arándanos y cebollas dulces.
Albarracín destacó que la empresa es la única gran operación comercial agrícola de la zona, que convive con pequeños productores que manejan parcelas de alrededor de cinco hectáreas. Esta configuración permite acceder a infraestructura avanzada, pero también expone la limitada tradición agrícola del área.








