28 de octubre de 2025

Agricultura espacial: el desafío nutricional que podría definir el futuro humano en Marte

Agricultura espacial el desafío nutricional que podría definir el futuro humano en Marte

Durante años, la agricultura espacial fue vista como una solución clave para lograr autosuficiencia alimentaria en misiones de larga duración, especialmente en futuras colonias en Marte.

Sin embargo, recientes investigaciones han encendido las alarmas: las lechugas cultivadas en microgravedad crecen más lentamente y presentan deficiencias nutricionales críticas, según datos abiertos de la NASA y estudios publicados en Nature.

Menos calcio, menos magnesio: una ensalada que no nutre

Las lechugas cosechadas en la Estación Espacial Internacional y en la estación china Tiangong II mostraron una reducción de entre 29 % y 31 % en calcio, y cerca de 25 % en magnesio, en comparación con sus equivalentes terrestres.

Aunque visualmente parecen saludables, su composición química revela una pérdida preocupante de nutrientes esenciales para la salud ósea y metabólica.

“Una ensalada espacial puede verse perfecta en las fotos, pero no fortalece los huesos”, advierten los científicos.

Este déficit es especialmente grave en microgravedad, donde el cuerpo humano ya sufre una acelerada pérdida de masa ósea. Una dieta baja en minerales agrava ese deterioro, y la irregularidad en los niveles de hierro puede provocar fatiga y anemia en misiones prolongadas.

Microgravedad: impacto en plantas y astronautas

La falta de gravedad altera la forma en que las plantas absorben agua y nutrientes, reduciendo la producción de antioxidantes como carotenoides y compuestos fenólicos, esenciales para combatir el estrés oxidativo.

Al mismo tiempo, estudios como el Twins Study de la NASA demuestran que los astronautas sufren alteraciones genéticas y digestivas que limitan la absorción de nutrientes.

Algunos desarrollan síndrome de intestino permeable, lo que debilita el sistema inmunitario y acelera la pérdida ósea. El resultado: alimentos menos nutritivos en cuerpos menos preparados para aprovecharlos.

Biofortificación y especies resistentes: la carrera por mejorar la dieta espacial

Ante este panorama, los investigadores trabajan contrarreloj para biofortificar cultivos espaciales. Se están probando especies más resistentes y ricas en flavonoides, como la soja, el ajo y la lechuga roja, además de técnicas como la fermentación microbiana, que mejora la microbiota intestinal.

La Agencia Espacial Italiana, por ejemplo, desarrolla un arroz superenano adaptado a suelos lunares. El desafío es enorme: un viaje de ida y vuelta a Marte puede durar más de tres años sin reabastecimiento.

Cultivos espaciales: más que comida, una infraestructura vital

  • Reducción de la dependencia terrestre: cultivos locales disminuyen la necesidad de transportar alimentos desde la Tierra
  • Ciclos cerrados de recursos: las plantas reciclan agua, absorben CO₂ y liberan oxígeno
  • Alimentación fresca y bienestar psicológico: cultivar mejora el estado de ánimo y la salud mental de la tripulación
  • Uso de recursos in situ (ISRU): el regolito marciano contiene nutrientes como nitrógeno, fósforo y potasio (NPK)

Tecnología para superar obstáculos extremos

La agricultura espacial enfrenta desafíos como la radiación cósmica, las temperaturas extremas y la limitación de espacio. Para superarlos, se desarrollan soluciones como la agricultura vertical, el uso de iluminación LED y sistemas de cultivo hidropónico adaptados a entornos cerrados.

Mejorar la nutrición en el espacio no es solo una cuestión técnica: es una condición de supervivencia.

Si los astronautas no cuentan con alimentos capaces de mantener su salud ósea, inmunológica y metabólica, las misiones interplanetarias podrían fracasar antes de llegar a destino. La agricultura espacial es, literalmente, la raíz del futuro humano en Marte.

Suscríbase al boleín

Nuestro directorio especializado

Auspiciadores






Contáctanos

Email: publicidad@dipromin.com

M. 955 059 720