La cebolla (Allium cepa), uno de los ingredientes más antiguos y versátiles de la cocina, no solo aporta sabor a los platos, sino que es reconocida por sus propiedades medicinales. Originaria de regiones como Palestina e India, esta hortaliza ha sido consumida durante siglos en distintas culturas por sus beneficios para la salud.
La cebolla contiene proteínas, potasio, vitamina C, flavonoides y compuestos azufrados que le otorgan las siguientes propiedades:
– Antibacteriana y antiviral: ayuda a combatir infecciones leves.
– Expectorante y mucolítica: ideal en casos de resfriado, tos o congestión nasal.
– Reguladora del azúcar en sangre: favorece la circulación y contribuye a reducir el colesterol.
– Diurética y depurativa: estimula la eliminación de toxinas del organismo
Una de las formas más efectivas de aprovechar sus propiedades es en infusión, para lo cual se recomienda picar una cebolla y hervirla en agua durante 10 minutos; luego, colar el líquido y beberlo caliente. Puede endulzarse ligeramente con miel y consumir 1 o 2 tazas al día.

Cocina saludable
La cebolla se adapta a numerosas preparaciones en la cocina saludable: cruda en ensaladas, especialmente la variedad roja o morada; cocida en sopas, guisos, tortillas, salteados o salsas; caramelizada como guarnición o en emparedados; y en escabeche o vinagreta para conservarla y favorecer la digestión.
Es importante incorporar cebolla en la dieta diaria, lo que es una forma sencilla y deliciosa de cuidar la salud de manera natural.
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