El comercio internacional de uvas frescas, liderado por las exportaciones peruanas, enfrenta desafíos significativos debido a condiciones climáticas adversas a nivel mundial. La campaña 2023/2024 en Perú se ha visto afectada por altas temperaturas, acelerando los ciclos productivos y adelantando la temporada. Aunque las exportaciones hasta diciembre han mostrado un crecimiento del 31% en volumen y del 56% en valor, proyecciones indican que los volúmenes podrían caer aproximadamente un 10%, debido a daños en la calidad del producto por las condiciones climáticas extremas.
En cuanto a los precios, la especulación y la escasez futura han llevado a un aumento del 19% en los precios FOB de la uva peruana, alcanzando los US$ 2.96 por kilogramo. A pesar de la preocupación por la disminución en los volúmenes, los precios más altos son bien recibidos por los exportadores, brindando alivio financiero, especialmente en regiones como el norte de Perú, donde la producción se ha desplomado. Mientras que para Ica y Lima, con perspectivas de crecimiento positivo en volumen, los mejores precios representan ganancias inesperadas.
La dinámica internacional revela una concentración en el mercado estadounidense, que ha absorbido más del 48% de las exportaciones peruanas. A pesar de un aumento del 32% en los volúmenes hasta diciembre, se espera que esta tendencia disminuya hacia el final de la temporada. Los precios favorables en Estados Unidos, impulsados por la interrupción de la producción local, contrastan con una Europa que, a pesar de registrar un aumento del 29%, se proyecta por debajo de la campaña anterior. La preferencia por el mercado estadounidense se intensifica debido a precios más bajos en Europa, motivando a los exportadores peruanos a dirigir sus envíos hacia Estados Unidos como primer destino.
