En las fértiles Tierras Altas de Panamá, productores agrícolas enfrentan pérdidas devastadoras debido a bloqueos de vías causados por el rechazo a una mina de cobre. Elfry Rigoberto Rodríguez, uno de los afectados, destaca la pérdida de lechuga, repollo y la amenaza sobre la cosecha de papa. La región, conocida por su producción de vegetales y café de alta calidad, ahora exhibe campos desolados y productos pudriéndose debido a los bloqueos.
La crisis se desató tras la aprobación de la concesión a Minera Panamá, subsidiaria de First Quantum Minerals. Grupos indígenas armados bloquean las vías, exigiendo el cierre de la mina. Los productores, dependientes de la cadena de cosecha, venta y cobro diario, enfrentan pérdidas económicas significativas. Se estima que las pérdidas acumuladas superan los US$ 1,700 millones, y algunos productores individuales sufren pérdidas que superan los US$ 20,000.
La producción de octubre y noviembre se perdió, y la de diciembre también está en riesgo. Agricultores como Verisimo Rivera Mora expresan preocupación por la posible pérdida total y endeudamiento con bancos y proveedores de insumos. La falta de acceso a las calles internas agrava el problema, afectando la distribución y aumentando los precios de los productos en las ciudades.
A pesar de aperturas intermitentes de calles en los últimos días, la solución completa requiere la apertura total de las vías, según los productores. La situación ha generado marchas masivas y bloqueos que han resultado en la muerte de manifestantes. La Corte Suprema de Justicia está evaluando recursos de inconstitucionalidad contra el contrato ley de la mina, una inversión de 10,000 millones de dólares que representa el 4.8% del PBI, según la empresa. La decisión judicial determinará el destino de la mina y podría tener repercusiones significativas en la economía panameña.
