El mercado global del mango ha sido testigo de turbulencias en el primer trimestre del año. Con Perú, uno de los principales proveedores, enfrentando dificultades en su temporada de mango, la escasez se ha hecho sentir en múltiples mercados. Europa, en particular, ha experimentado precios récord por caja y kilogramo, como resultado de la caída de los volúmenes de exportación peruana. El fenómeno de El Niño ha desempeñado un papel crucial en este declive, al generar un clima más cálido y seco que ha afectado la floración y el cuajado de los frutos, reduciendo así la oferta.
Brasil ha respondido a este vacío en el suministro, desviando su oferta local hacia la exportación, especialmente hacia Europa, para satisfacer la demanda creciente y capitalizar los altos precios. Mientras tanto, en España, el principal país productor de mangos en Europa, persiste la incertidumbre, a pesar de una mejora en las condiciones hídricas gracias a las lluvias más abundantes. En Norteamérica, la oferta ha disminuido en comparación con el año anterior, con una fuerte demanda previa al Cinco de Mayo. México y Guatemala han entrado en el mercado estadounidense para cubrir parte de esta demanda, mientras que Nicaragua también ha enviado una pequeña cantidad de mangos.
La situación en China presenta una perspectiva diferente, con una caída significativa en los precios del mango debido a un clima inusualmente cálido que aceleró la maduración de la fruta. Esto llevó a una cosecha más temprana de lo habitual y presionó a los productores a vender rápidamente, lo que resultó en una caída adicional de los precios. Mientras tanto, en Perú, la temporada de mangos ha concluido de manera decepcionante, con una notable reducción en la producción de la variedad Kent. Esta disminución ha impactado a miles de trabajadores en la industria peruana, y las expectativas para la próxima temporada se centran en la esperanza de condiciones climáticas más favorables que aumenten el rendimiento tanto del mango como de otros productos agrícolas.
