Luego de más de 50 años de espera, como resultado de la política de reactivación económica y el destrabe de grandes proyectos, el Gobierno, mediante el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, inició la ejecución de la II Etapa del Proyecto Acarí-Bella Unión: construcción de la represa de Iruro, una obra que beneficiará a más de 2,600 familias productoras de Ayacucho y Arequipa.
Con una inversión de 210 millones de soles, el Midagri, por medio del PSI, pone en marcha la construcción de esta obra emblemática que permitirá asegurar el agua para riego de más de 10,200 hectáreas en las que se produce maíz, arveja, páprika y alfalfa, mejorando la productividad y la seguridad alimentaria del sur del país.
Esta jornada histórica estuvo liderada por el titular del Midagri, Ángel Manero, quien destacó el compromiso del Ejecutivo con la reactivación de los grandes proyectos hídricos del país. “Escuchar que este proyecto se ha destrabado, sin duda, es emocionante. En abril del año pasado recibimos el encargo de nuestra Presidenta de resolver las trabas que tenían estos proyectos en todo el país”, señaló.
Entre los proyectos reactivados por el sector se encuentran Iruro, Yanapuquio, Majes, Chinecas, Chavimochic y Alto Piura, todos ellos con décadas de atraso. A estos se suman avances significativos en otras regiones, como el destrabe del Embalse Cardos y cuatro represas en Moquegua, así como el río Araza en Madre de Dios.
“Estamos resolviendo el problema del agua para el valle del Mantaro, Huancayo, Cajamarca con Chunta, y en Tumbes con el proyecto Guanábano”, precisó el ministro, quien subrayó que estas acciones responden a una visión integral de desarrollo rural que prioriza agua, títulos de propiedad y acceso a mercados justos para los agricultores y ganaderos peruanos.
Además, indicó: “Nosotros creemos en el poder del agro peruano, en la capacidad del agricultor y del ganadero peruano. Es un ganadero o un agricultor que necesita herramientas, necesita agua, títulos de propiedad y mercados; un mercado que le pague bien. Lo demás lo hacemos nosotros mismos. Necesitamos la capacidad de poder competir. Y, claro que podemos competir, pero –repito– necesitamos agua”.
Con estas palabras, el titular del sector recalcó la necesidad de fortalecer las condiciones básicas para el desarrollo del agro en el país. Añadió que el Gobierno trabaja para cerrar esas brechas, confiando en la capacidad y esfuerzo del hombre y la mujer del campo peruano.
Obra culminará en el 2027
La actividad contó con la participación de los gobernadores regionales de Ayacucho y de Arequipa, quienes estuvieron acompañados por productores de los distritos de Lucanas y San Juan de Lucanas, de la provincia de Lucanas-Ayacucho, así como de Acarí y Bella Unión, de la provincia de Caravelí-Arequipa, beneficiarios directos de esta obra.
La presa almacenará y regulará 64 millones de metros cúbicos de agua, tendrá un sistema de captación (bocatoma) y desarenador con un caudal de 1,70 m³/s, entre otras obras. Se estima que la culminación de la ejecución física de las obras está programada para enero del 2027.
De este modo, el Gobierno, mediante el Midagri y el Programa Subsectorial de Irrigaciones (PSI), reafirma su compromiso con la infraestructura hidráulica de impacto, impulsando la seguridad hídrica, la productividad agrícola y el bienestar de miles de familias del agro.
