El Índice Global del Hambre (IGH) en Perú ha experimentado un retroceso en 2022, situándose en 19.6 puntos, frente a los 17.7 puntos registrados en 2021. Aunque este aumento no parece significativo, el Informe Perú 2023 del IGH, elaborado por Helvetas Perú, Ayuda en Acción, Cesvi y Welt Hunger Life (WHH), destaca la crítica situación en algunas regiones del país. La presión inflacionaria y la desaceleración económica han creado un “contexto perfecto” para el deterioro económico, social y alimentario, particularmente en la sierra central y sur, así como en la selva norte.
En la desglose por departamentos, solo Ica y Lambayeque se encuentran en la categoría “baja” del ranking, mientras que trece departamentos están en la categoría “moderada” y diez, principalmente en la sierra central y sur, así como la selva norte, se encuentran en una situación “grave”. Dos de estas regiones en situación grave están al borde de pasar a la categoría “alarmante”.
El estudio revela que la tendencia del IGH mejoró de 2010 a 2014 en todas las regiones, pero a partir de 2019, el indicador de hambre ha empeorado, especialmente en la sierra y costa. Entre 2021 y 2022, se produjo un retroceso generalizado en todo el país, siendo Lima la región con la situación alimentaria más precaria en la costa. Además, por primera vez, el puntaje de Lima supera al resto de las regiones costeras.
Los departamentos en la categoría baja son Ica y Lambayeque, seguidos por otros en situación moderada. Por otro lado, hay regiones en situación grave, como Pasco, Cusco, Junín, Ucayali, Puno, Loreto, Huánuco, Ayacucho, Huancavelica y Apurímac, siendo las dos últimas muy cercanas al límite de pasar a una situación alarmante.
Las proyecciones para 2023 indican que la crisis económica actual podría empeorar los niveles de hambre en todo el país, llevándolo de un rango moderado a grave. Bajo el escenario pesimista, el IGH podría situarse en 20.2 puntos. Kaspar Schmidt, representante de Helvetas, sugiere que el nivel de incidencia de hambre en 2023 será el peor registrado durante todo el período analizado, con más de 10 regiones en situación grave.
El informe destaca que las regiones con menor incidencia de hambre se deben al crecimiento de la agroexportación, lo que reduce el riesgo de hambre en diversas zonas del país. Se enfatiza la importancia de potenciar y diversificar la producción agrícola, integrando conocimientos tradicionales con tecnologías modernas para hacerla más rentable. Además, se aboga por la formulación de políticas en cooperación con organizaciones de la sociedad civil y organismos internacionales, considerando la limitación presupuestaria del Estado para realizar estudios de este tipo.
