Con un financiamiento aproximado de 14 millones de dólares, el Ministerio del Ambiente (Minam) pondrá en marcha el proyecto “Ganadería regenerativa para promover paisajes sostenibles”. Esta iniciativa beneficiará a más de 20 mil productores de las regiones de Cusco, Puno, Apurímac, Cajamarca, Piura y Lambayeque, como parte de las estrategias nacionales frente al cambio climático.
La viceministra de Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales, Raquel Soto Torres, señaló que esta inversión representa una oportunidad histórica para transformar la ganadería, especialmente en ecosistemas frágiles. Se busca promover prácticas que restauren los suelos, optimicen el uso del agua, mejoren los paisajes y generen beneficios ambientales y sociales para las comunidades rurales.
Soto también destacó que la ganadería regenerativa no solo incrementa la productividad y rentabilidad de los productores, sino que además contribuye significativamente a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y a proteger la biodiversidad en los ecosistemas altoandinos.
El proyecto forma parte del Programa Integrado de Sistemas Alimentarios (PISA), impulsado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF). Entre sus metas principales están la restauración de 2,915 hectáreas de ecosistemas degradados, la gestión sostenible en 779 mil hectáreas de paisajes productivos y la reducción de más de 3 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2).
Los beneficiarios serán principalmente productores de ganado vacuno, ovino y camélidos, así como comunidades rurales e indígenas de zonas altoandinas. Además, se espera fortalecer las capacidades de autoridades regionales y locales para que puedan implementar políticas territoriales en materia de cambio climático.
La ejecución del proyecto está programada para iniciar en enero de 2026 y tendrá una duración de cinco años. Será liderado por el Minam, como punto focal del GEF, y administrado por Profonanpe. La FAO brindará el soporte técnico y logístico, en coordinación con los gobiernos regionales, comunidades campesinas y asociaciones de productores. Esta inversión internacional refleja la confianza en el compromiso del Perú con la sostenibilidad y busca convertirse en un modelo replicable en otras regiones del país.