La economía peruana enfrenta desafíos significativos, especialmente en el sector agrícola, según Ismael Benavides, exministro de Economía y Finanzas. Benavides atribuye el mediocre desempeño económico a la falta de habilidad del gobierno de Dina Boluarte y proyecta un panorama similar para el 2024 debido a la ausencia de proyectos mineros y de agroindustria.
En cuanto al escenario global, Benavides destaca la desaceleración económica mundial. Aunque los precios de las materias primas como el cobre y el oro parecen favorables, el volumen de producción se ve limitado por la falta de inversión, tanto en minería como en agroindustria. La carencia de proyectos significativos impacta directamente en el crecimiento económico, estimando un modesto 2% para el próximo año.
La población más vulnerable del Perú enfrenta múltiples desafíos, principalmente la inflación que ha afectado los salarios reales y ha llevado a un crecimiento del empleo informal. Con 120 mil puestos menos en la agricultura, la informalidad alcanza un preocupante 80%. Benavides sugiere que la reducción de la informalidad requiere una seria consideración de la desregulación y eliminación de trámites para facilitar la formalización de pequeñas empresas y empleo formal.
En comparación con otros países latinoamericanos, la economía peruana ha experimentado una caída significativa y se sitúa entre las últimas en crecimiento. Con un pronóstico regional del 2.1%, se destaca la necesidad de un crecimiento más fuerte para mejorar los ingresos de la población y reducir la pobreza, que aumentó en 600 mil nuevos pobres el año pasado y se prevé que aumentará aún más en 2024 si no se produce un crecimiento más sólido.
