En el futuro cercano se teme una caída de precios de productos como la papa, mientras que la reducción del PBI agrícola en el crecimiento estimado para el 2020 es 2.7%, esto arroja que el sector agropecuario dejará de producir 1.2 mil millones de soles aproximadamente. Hay medidas que deberían apuntar a que el sector genere ese valor para soportar la tormenta. Pero ¿Podemos afirmar que estas medidas den resultado? ¿Las ganancias de estas siembras subsidiadas permitirán a los agricultores pagar los préstamos?
Estas son solo algunas preguntas del profesor Elliot Arteaga del Instituto de Desarrollo Económico (IDE) – ESAN cuyo análisis Agro peruano: antes, durante y después de la pandemia ofrece variables que no se han tomado en cuenta.
Por ejemplo, algunos indicadores señalan que habrá más siembra de papa, pero esto se traduciría en precios bajos, señala.
Señala “el crecimiento negativo de los sectores productivos es causado por las medidas de restricción que los gobiernos están tomando para frenar el impacto de la pandemia” “Diferentes medidas de los gobiernos tienen diferentes resultados de crecimiento en los sectores productivos”.
Señala que la magnitud del problema se cuantifica fríamente en un decrecimiento del 2.7% de la proyección esperada para este 2020.
A inicios de año la proyección era de 4.0% (BCRP, diciembre 2019) y la proyección actual es de 1.3% (BCRP, junio 2020), indica.
El decrecimiento del Agro
Pero aquí una de las preguntas centrales que se plantea: ¿Cómo la reducción en 2.7% del PBI agropecuario afecta a los bolsillos de los agricultores? ¿Cuál es el mecanismo?
Y responde que el mecanismo parte de que la demanda o consumidores finales de los productos agrícolas implican a personas con menos ingresos, producto de los despidos laborales, incertidumbre de lo que va a ocurrir y/o menor consumo de ciertos alimentos por priorizar los recursos económicos.
A menos demanda menos precio
El profesor considera que a menor demanda de productos alimenticios en el Perú y en el mundo, los precios disminuyen. Por ende, el ingreso económico del agricultor por el mismo producto es menor.
Observa que muchos agricultores realizan otra actividad económica y con esos recursos se ayudan a solventar sus gastos. Pero pese a eso siendo reducidos sus ingresos en general cuenta con menos recursos para afrontar los gastos en la agricultura.
Medidas para mitigar los impactos
Sobre las medidas del gobierno peruano para aminorar el impacto se pregunta de ¿cuánto es lo que se debe recuperar para regresar a la proyección de principios de año?
Si el PBI agrícola es 13 mil millones de dólares, destaca que esto es el 6% del PBI nacional (228 mil millones USD).
Esta reducción del PBI agrícola en el crecimiento estimado para el 2020, de 2.7%, significa que dejará de producir 1.2 mil millones de soles aproximadamente.
Cuantifica las medidas adoptadas en el plan de reactivación para el sector agrario anunciadas por el ministro de Agricultura Jorge Montenegro en un flujo de 2.5 mil millones de soles repartidos en:
Infraestructura hidráulica (594 millones), reducción de vulnerabilidad y gestión de riesgos (567 millones), innovación y soporte tecnológico para mejorar la productividad (120 millones), fortalecimiento de capacidades productivas, financiamientos y sanidad (1.1 mil millones), desarrollo forestal (42 millones).
Asimismo, 440 millones para créditos directos a tasas preferenciales, 100 millones de un fondo de garantía, 65 millones para Agroideas para planes de negocio, 150 millones para limpieza de canales de riego a través de la implementación de núcleos ejecutores.
También destaca el papel de los mercados itinerantes para acercar el agricultor a las viviendas.
Si el sector dejará de crecer 1.2 mil millones de soles y el gobierno invertirá 2.5 mil millones de soles el experto considera que “en teoría” podría decirse que es una buena estrategia invertir el doble de lo que se estima no se crecerá.
Pero aquí interpone algunos peros (variables de análisis) i) Capacidad de gestión en la ejecución. ¿Tiene el gobierno central, regional y local la capacidad de gestión necesaria para ejecutar inmediatamente tal inversión?
Pone como antecedente el plan de reconstrucción con cambios para restituir el aparato productivo dañado y recuperar la calidad de vida de los pobladores del norte del país afectados por el fenómeno del niño.
Este plan consistía en una inversión de 25 mil millones de soles (6 mil millones para actividades de prevención y 19 mil millones para reconstrucción). De este presupuesto, la ejecución no supera el 20% y se ha tenido que cambiar la estrategia para contratar, mediante el modelo de gobierno a gobierno, 7 mil millones para acelerar la ejecución.
Con este precedente, lanza otra pregunta ¿cuánto de los 2.5 mil millones de soles anunciados se ejecutará en el corto y mediano plazo?
El otro factor es el “de conversión o el multiplicador”, es decir cuánto de esta inversión se transformará en producción que sume al PBI agrícola.
¿Alcanzará para recuperar la economía agrícola en el 2020?, ¿Tenemos que pensar en el 2021? o ¿qué debemos esperar? Se pregunta.
Panorama para los próximos meses
Para pronosticar qué sucederá en los próximos meses opina que es necesario “analizar más variables de las que se incluyen en el plan de reactivación” .
Una de ellas es el calendario de siembras. De este se puede proyectar el precio de los cultivos, aclara.
Analizando el cultivo de la papa infiere de que habrá una sobreoferta de siembra de papa con respecto a la demanda para la campaña 2020 y 2021.
Es decir los precios de la papa llegarían a ser inferiores y generarán más pérdidas en los agricultores.
Y cuando esto ocurra el agricultor no podrá pagar los préstamos con pandemia o sin pandemia, sostiene.
La agricultura requiere mucho más que dinero para capital de trabajo, o préstamos baratos pero sería vital considerar:
Primero: Tomar decisiones racionales.
Segundo: Tener conocimiento y acceso a manejo de producción agronómica, sistema de riego eficiente y material genético de semillas de calidad garantizada.
Tercero: Tener conocimiento de cómo obtener financiamiento para su campaña.
Cuarto: tener conocimientos de los beneficios de la organización para el procesamiento y comercialización.
Quinto: tener un acompañamiento.
“El panorama se puede analizar desde como se quiera ver el vaso, lleno al 50%, medio lleno o medio vacío. Si comparamos con otros sectores, el sector agropecuario está mejor y los agricultores están mejor que otros emprendedores en otros sectores”.
“Pero si comparamos con el año anterior, la situación es que en el 2020 no se crecerá como el año pasado, pero si se crecerá. Lo que le falta al sector es contar con más elementos en el plan de reactivación agraria planteado, para ser más competitivo”, concluye.
Fuente: agronegociosperu.org
