La menor demanda de nuestros principales destinos de exportación y la disminución de la producción local, como consecuencia de la crisis ocasionada por la COVID-19, siguen reflejándose en el bajo desempeño de nuestras exportaciones e importaciones. Según cifras de la Sunat, las exportaciones peruanas sumaron un total de US$ 19,862 millones entre enero-julio de 2020, lo que evidenció una caída del 24.3% con respecto al mismo periodo del año anterior. Particularmente, en el mes de julio se registró una caída del 13.1% respecto del mismo mes de 2019.
SEÑALES DE RECUPERACIÓN PARA LAS EXPORTACIONES
En cuanto a nuestros envíos al exterior generados por sectores primarios o tradicionales, estos retrocedieron un 26%, mientras que los no tradicionales (31% del total de nuestras exportaciones al mundo) cayeron un 19.9%.
Las exportaciones mineras, principal sector exportador tradicional, que representa el 59.2% del total de nuestros envíos al mundo, cayeron un 21.9% entre enero-julio y un 12% en julio, con respecto al mismo periodo del año anterior. Esto continúa la tendencia observada desde mayo, que muestra una lenta recuperación de la actividad económica mundial y podría ser un indicio de mayores movimientos de exportación en los próximos meses.
Las exportaciones agropecuarias, que representaron el 16.6% del total de nuestros envíos al mundo y el 53% de nuestras exportaciones no tradicionales, cayeron un 1% en el mes de julio. Esto, sin duda, nos acerca más a un terreno positivo, lo cual es un buen resultado para la actividad comercial del país y para el sector agrícola no tradicional, que una vez más saca la cara por el país.
Entre nuestros principales envíos del sector agropecuario en julio se encuentran las paltas, las uvas, los mangos y los espárragos. En el caso de las paltas (19% del total de nuestras exportaciones agropecuarias), que registraron un valor exportado de US$ 638 millones, cayeron un 3.9%; las uvas (13% del total de nuestros envíos del sector), aumentaron un 23.6%; los mangos (7% del total del sector), crecieron un 16.6%; y los espárragos (5% del total del sector), retrocedieron un 6%.
En el caso particular de nuestras exportaciones de paltas, cabe mencionar que su volumen se viene incrementando en el año. En el periodo enero-julio, enviamos al mundo 337,906 toneladas, mientras que, en el mismo periodo de 2019, los envíos llegaron a 278,029 toneladas, lo que refleja un crecimiento del 21.5%. Esto podría deberse a una sobreoferta mundial, ya que el precio internacional de la palta se encuentra muy por debajo de sus valores del año pasado. Por ejemplo, en julio de este año, el precio relativo de exportación fue de US$ 1.87 por kilo, mientras que en julio de 2019 fue de US$ 2.39 por kilo.
ACCIONES EN LA DIRECCIÓN CORRECTA
Se necesita más que buenas expectativas internacionales para asegurar que el comercio exterior peruano, motor de la generación de ingresos y divisas destinadas a la reconstrucción de nuestra economía, resurja con fuerza en el corto y mediano plazo. Por ello, el Gobierno está tomando decisiones acertadas al enfocar esfuerzos en facilitar la digitalización de las operaciones aduaneras y dar mayores herramientas para que las pequeñas, medianas y grandes empresas accedan de manera fácil y menos costosa a mercados competitivos.
Así, con el Decreto Legislativo 1492, que permite transparentar y digitalizar costos y procedimientos en la operatividad del comercio exterior, y el Reglamento de la Ley de Fortalecimiento de la VUCE, que estandariza el uso de firmas y documentos electrónicos, se logrará elevar la competitividad del comercio exterior y asegurar el cuidado de la salud de los operadores.
Por otro lado, con el fin de facilitar el despacho de mercancías que entran al país, la Sunat implementó recientemente una nueva plataforma digital para agilizar la importación de bienes. Esta medida permite prescindir de los documentos físicos y trámites presenciales. Estos avances se enmarcan en el programa de Facilitación Aduanera, Seguridad y Transparencia (FAST), que actualmente se viene desarrollando para agilizar y transparentar los procesos de entrada y salida de mercancías en las aduanas del país, así como los procesos complementarios de control de operadores.
Ante la necesidad de aprovechar eficientemente las oportunidades que se puedan generar, el Gobierno debe trabajar para promover la competitividad de las empresas de comercio exterior. Una ligera recuperación en las cifras de producción y exportaciones podrán tomar fuerza si se generan las condiciones para elevar la competitividad de la cadena logística. Consideramos que la digitalización total de las operaciones debe ser priorizada para aumentar la competitividad del sector, pues así lograremos facilitar la reactivación y el crecimiento de nuestras exportaciones. Además, hay que aprovechar el tiempo para darle paso a las inversiones que repotenciarían la competitividad de nuestro comercio exterior.
