El Fusarium raza 4 ha sido el protagonista del VIII Congreso Internacional sobre el Banano, que se está celebrando esta semana en Miami, ante el peligro que representa su posible llegada al continente. El gerente general de la Corporación Bananera Nacional de Costa Rica (Corbana), Jorge Sauma, ha lanzado un discurso claro a todos los representantes del sector que se encuentran en el congreso: la integración es la mejor arma contra el enemigo número 1 del banano.
Según Sauma, la Agencia de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) debería ser la encargada de emitir las recomendaciones necesarias para evitar la caída del sector bananero, ya que el banano es el sustento de más de 400 millones de personas no solo desde el punto de vista de la nutrición sino desde el laboral.
Hasta ahora no existe una solución ni química ni biológica para acabar con el actual peor enemigo de los cultivos bananeros, pero se han hecho avances, especialmente en el campo de la genética, con vistas a crear variedades resistentes a ese hongo, señaló Sauma.
Muchas de las esperanzas están puestas en el método CRISPR-CAS que se usa en investigaciones genéticas sobre el cáncer y permite seleccionar una secuencia específica en el genoma de un ser vivo y hacer un “corte”, a diferencia de otros métodos anteriores de mejoramiento genético en los que los cortes eran aleatorios y el tiempo para conseguir el resultado apetecido era mucho mayor.
En lo que se refiere a las medidas preventivas de exclusión aplicadas en América Latina, Sauma dijo que no ve países “disidentes” respecto a esa política pero sí algunos rezagados en la implementación, entre los que mencionó a Nicaragua.
También defendió la necesidad de trabajar más en la capacitación de los productores, especialmente los pequeños, para que sepan qué hacer en caso de que el hongo aparezca, y subrayó que en Costa Rica se realizó recientemente un simulacro.
Otro aspecto en el que se debe también avanzar es en la diversidad de variedades del banano.
