El Dr. Ing. Samuel Quisca de la Asociación Peruana de Ingeniería Hidráulica y Ambiental destaca que a pesar de que Perú se sitúa octavo en el ranking mundial de oferta de agua dulce, la población y desarrollo agrícola se concentran en la árida región costera. Proyectos hidráulicos, como Majes-Siguas, trasvasan agua del Atlántico al Pacífico, abasteciendo la costa desértica. La ineficiencia en los sistemas de riego agrícola, que utiliza entre el 70% y 90% del agua dulce, es un problema. Se sugiere priorizar cultivos eficientes y adoptar tecnologías modernas, como drones láser, para mejorar la gestión del agua.
A pesar de la modernización, persiste el uso ineficiente del agua por gravedad, generando problemas como salinización y desestabilización del suelo. El llamado es a adoptar la inteligencia artificial para la operación de sistemas de riego y superar la resistencia a la modernización agrícola. Se destaca la importancia de la gestión del recurso hídrico ante el cambio climático, proponiendo medidas como el almacenamiento de agua de lluvia en embalses. Se aboga por políticas que aseguren la eficiencia en el uso del agua, la creación de la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN) y la implementación de normativas técnicas.
