La papa, un cultivo emblemático de la biodiversidad peruana, destaca por sus propiedades nutritivas y su importancia cultural. El Ministerio del Ambiente (Minam) se involucra en la conservación a través de alianzas con comunidades agrícolas, estableciendo bancos de semillas con 248 variedades de 10 cultivos nativos, incluyendo 106 variedades de papa nativa en diferentes regiones del país. La aplicación de conocimientos ancestrales en el manejo y conservación de papas nativas busca triplicar el número de cultivares en el próximo año.
En línea con la Ley de moratoria a los transgénicos, se ha elaborado la Línea de Base de la Diversidad de la Papa Peruana, identificando 7 especies con 4 subespecies y 98 especies silvestres, 78 de las cuales son endémicas. La protección de este patrimonio genético es una prioridad estatal para superar la inseguridad alimentaria y la pobreza. Una investigación señala el origen único de la papa en la zona norte del lago Titicaca.
La FAO declara el 30 de mayo como el Día Internacional de la Papa, gracias a una iniciativa peruana, reconociendo el papel clave del tubérculo en la lucha contra la malnutrición y la pobreza a nivel mundial. Este reconocimiento también destaca el aporte tecnológico de los agricultores peruanos en la producción sostenible. Las papas, resultado de un largo proceso de domesticación, se cultivan hoy en día mediante prácticas tradicionales, como en Huando, donde la comunidad conserva más de 150 variedades. La selección y combinación de estas variedades ha dado lugar a nuevas cepas adaptadas al clima y suelo local, como las llamadas Papa Inca y Rojas Papa.
En resumen, la nota resalta la importancia de la papa en la biodiversidad peruana y cómo el Minam, en colaboración con comunidades agrícolas, trabaja en la conservación y multiplicación de variedades. Se destaca la relevancia cultural y el reconocimiento internacional de la papa, así como la contribución de los agricultores en la adaptación de nuevas variedades frente a desafíos climáticos y de biodiversidad.
