En 2023, el sector agropecuario en Perú enfrentó desafíos significativos, registrando caídas en la producción agrícola y pecuaria debido a anomalías climáticas, tensiones sociales y problemas de salud, incluida la gripe aviar.
La disminución se reflejó en diversos productos, como arándanos, mango, quinua, papa, maíz amiláceo, aceituna, y arroz cáscara, aunque algunas contrarrestaron la tendencia negativa, como alcachofa, páprika, uva y yuca.
A nivel departamental, Lima lideró en valor de producción, seguida por La Libertad, Ica, Arequipa, San Martín y Piura, mientras que Puno, Tumbes, Lambayeque y Moquegua experimentaron las mayores caídas.
Para 2024, el Banco Central de Reserva (BCR) estima una recuperación del PBI del sector agropecuario con un crecimiento del 3.5%, basándose en un escenario de El Niño costero débil. Ante esta situación, la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (Comex Perú) destaca la importancia de la inversión pública en proyectos de irrigación para fortalecer la resiliencia del sector agrícola. A pesar de asignarse fondos en 2023, la falta de ejecución, en particular en proyectos de riego tecnificado, genera preocupación, comprometiendo la capacidad del sector para hacer frente a los desafíos climáticos.
En los últimos cinco años, se dejaron de ejecutar significativas sumas destinadas a proyectos de infraestructura de riego, lo que subraya la necesidad de optimizar la asignación de recursos y mejorar la gestión para impulsar el desarrollo agrícola y garantizar la seguridad alimentaria en el país. Aunque se proyecta una recuperación en 2024, la gestión eficiente de los proyectos de infraestructura hídrica se presenta como clave para mitigar los impactos de los fenómenos climáticos y mejorar las condiciones de producción en el sector agropecuario peruano.
