En un esfuerzo por abordar el cambio climático, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) está preparando un plan integral que busca alinear la industria agroalimentaria mundial con los objetivos del acuerdo climático de París. Este plan, que se espera sea publicado durante la cumbre COP28, insta a las naciones más desarrolladas a reducir su consumo excesivo de carne, considerando que aproximadamente un tercio de las emisiones globales de gases de efecto invernadero provienen de los sistemas alimentarios, con la ganadería siendo una fuente significativa de metano, deforestación y pérdida de biodiversidad.
La FAO recomienda limitar el consumo de carne de vacuno en países con un consumo excesivo, mientras que en naciones en desarrollo, donde la ingesta insuficiente de carne contribuye a problemas nutricionales, se propone mejorar el sector ganadero. Aunque el plan no es vinculante, se espera que influencie las decisiones de inversión y políticas, proporcionando un impulso necesario para la transición climática de una industria alimentaria rezagada en comparación con otros sectores.
El documento también destaca la sensibilidad política en torno a la ganadería, subrayando la necesidad de abordar el consumo excesivo para resolver el cambio climático. Los patrones de consumo varían considerablemente, con el estadounidense promedio consumiendo 127 kilogramos de carne al año, en comparación con los 7 kilogramos en Nigeria. La Comisión Eat-Lancet recomienda no superar los 15.7 kilogramos de carne al año. La FAO, con su enfoque en equilibrar la transición climática y garantizar la seguridad alimentaria global, busca proporcionar claridad a empresas e inversionistas, destacando la importancia de una transición proactiva para evitar consecuencias drásticas y potencialmente disruptivas.
