Después de lidiar algunos años intentando controlar los problemas metabólicos y las enfermedades de la producción, actualmente hemos avanzado en el control de estas noxas con prácticas de manejo (evitando los movimientos innecesarios), y con un mejor manejo alimenticio.
Hoy en día podemos decir que casi no perdemos vacas en los primeros 60 días, pero estamos observando un nuevo problema que es la demora que muestran ellas para preñar. Con nuestro nuevo sistema, la transición pasa en forma más leve y el balance energético negativo es menos apreciable que antes, en la mayoría de los casos los celos se reinician entre los 58 y 70 días, pero lamentablemente la preñez es baja, así como todos los índices reproductivos en la actualidad.
Debemos recordar que el folículo ovulatorio se inicia casi dos meces antes de la ovulación y es afectado por factores medio ambientales, nutricionales y de manejo, si tenemos en cuenta que el puerperio recién termina después de la primera ovulación y la completa involución uterina. Últimos estudios nos revelan que un 25 % de las vacas a los 60 días aún no han iniciado sus ciclos ováricos.
Para un gran número de autores las principales causas del síndrome de vaca repetidora se pueden resumir en lo siguiente:
a) Fallas en la técnica de I.A. y en la manipulación del semen.
b) Momento de la hora de I.A.
c ) I.A. basada en signos secundarios del celo.
d) Infecciones uterinas.
e) Enfermedades reproductivas.
f) Muertes embrionarias por muy diversas causas.
Los folículos persistentes o anovulatorios. Cuando tenemos niveles bajos de LH por diversas razones el folículo ovulatorio no llega a ovular manteniéndose como un folículo persistente lo que da origen a un quiste folicular que impedirá la culminación de otros folículos, mostrándose un cuadro clínico de anestro, esta patología es fácilmente detectable mediante una exploración rectal de ovarios.
El problema de las metritis puerperales. En la gran mayoría de los casos los ganaderos se preocupan más de la cuenta e inician tratamientos a base de antibióticos que lo único que hacen es empeorar los problemas que fácilmente serían superados por las vacas. El complejo Metritis-Endometritis trae como consecuencia una demora en la involución uterina, lo cual nos causa un atraso en el primer servicio y que al final llevará a un notable incremento del número de servicios por concepción, aumentando los días abiertos y consecuentemente los días en leche (DEL), finalmente esto afecta el flujo de caja y la rentabilidad de la empresa.
La retención de secundinas llamada comúnmente retención de placenta.
El desprendimiento de la placenta es un proceso de Histocompatibilidad y se inicia en el octavo mes de gestación. La premisa que debemos tener presente es aceptar que la mayor parte del costo de esta enfermedad, no está en el costo de las medicinas ni en la asistencia veterinaria, si no en las bajas de la productividad que en algunos casos puede representar el 30 % de la producción y que los gastos en medicinas no llegan a representar ni el 25 % siendo el resto responsabilidad de las bajas de producción.
La retención de las membranas fetales es la principal causa de las metritis y uno de los principales conceptos que debemos definir es el empleo de antibióticos en el tratamiento de las retenciones, en mi humilde opinión no debemos usar antibiótico terapia en la RP (retención de placenta). Este concepto se basa en que más del 50% de las RP no ocasionan fiebre, lo que indica claramente que la vaca tiene el problema fisiológicamente bajo control y esto será solucionado sin intervención ajena; hay estudios que muestran que el 96 % de las vacas solucionan sus problemas de inflamación solas, muy a pesar que la gran mayoría soportaron una contaminación bacteriana.
Debemos aceptar que la RP no es una enfermedad, si no un síntoma de una deficiente transición causada por deficiencias en el manejo y alimentación, es por ello que debemos afinar nuestro criterio profesional.
La metafilaxis con antibióticos no tiene influencia alguna en la RP por lo que debemos descartar esa posibilidad. La RP es una enfermedad inmunitaria que tiene sus orígenes en deficiencias en la serie blanca que se han gestado con anterioridad debido a las malas prácticas de manejo.
El empleo de terapia intramuscular y/ o intrauterina, esta es recomendable cuando la infección uterina se ha implantado, mostrando el animal síntomas sistémicos de temperatura, inapetencia y depresión como consecuencia que no hemos sabido atender en la forma más correcta. La terapia intrauterina personalmente yo la descarto, porque se puede complicar más la situación al lesionar el cuello uterino y el mismo útero durante las manipulaciones. Además,
la carga bacteriana presente en el útero por lo general son gérmenes ambientales como E. coli, Proteus y bacilos que impiden el desarrollo de los patógenos por competitividad y qué al ser fácilmente eliminados por los antibióticos, se permitirá el desarrollo de los patógenos que sí causarán un daño persistente en el
útero.
Bajo ningún concepto debemos tratar vacas que nos muestran secreciones mal olientes, pero que muestran una producción normal que se incrementa día a día, en estos casos debemos concluir que la vaca no está enferma y que tiene la infección bajo control.
Las endometritis, normalmente se presentan después de los 21 días del parto y se muestran con síntomas de enfermedad aguda, la mayoría de las endometritis no necesariamente se deben tratar con antibióticos, por cuanto en la mayoría de los casos el diagnóstico se basa en la presencia de neutrófilos. El Dr. Lefebvre, en Canadá, demostró con 254 trabajos que la terapia con antibióticos en las endometritis no ha mostrado una mejora en la reproducción.
Autor: MV. Raúl Jesús Santivañez Vivanco
Buiatra Registro CMVP 444
Asesor en producción ganadera
Fuente: Actualidad ganadera.
