En la región altoandina entre Arequipa y Ayacucho, el proyecto Iruro, inicialmente destinado a incorporar 10,250 hectáreas bajo sistema de riego, ha superado paralizaciones según el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri). Después de dos años de inactividad, el sector aprobó el expediente técnico para concluir el saldo de obra de la iniciativa, que incluye la construcción de la represa Iruro en Acarí, provincia de Caravelí, con una capacidad de embalse de 61 millones de metros cúbicos. Este proyecto mejorará los ingresos de 2,665 familias agrícolas al mejorar la irrigación de 7,480 hectáreas y agregar 2,270 hectáreas nuevas, principalmente destinadas a cultivos como olivos y ají páprika.
El Ministerio detalla que la represa contribuirá a aumentar la producción agrícola en los distritos de Acarí, Bella Unión, Lucanas y San Juan de Lucanas, generando mayores ingresos para los pequeños productores. Raúl Medianero, jefe del Programa Subsectorial de Irrigaciones (PSI) del Midagri, destaca que, tras la aprobación del expediente técnico, el siguiente paso es la evaluación para la previsión presupuestaria. Se espera la aprobación de los términos de referencia el 5 de diciembre, seguida de la convocatoria al concurso el 14 de diciembre para atraer empresas especializadas en infraestructuras, y se planea la adjudicación para el 23 de enero de 2024. La entrega de terrenos está programada para el 27 de enero, con la ejecución del proyecto en 610 días a cargo del PSI.
Además, el PSI tiene planes para suscribir un contrato de endeudamiento con el Banco Mundial en febrero de 2024 para un programa nacional de riego tecnificado. Este programa abarca 130 proyectos en 19 departamentos durante cinco años, con una inversión de S/460 millones, incorporando tecnologías ecoeficientes del agua. El proyecto Yanapujio, que busca mejorar la irrigación de cerca de 11,000 hectáreas en Moquegua y Arequipa con una inversión de S/617 millones, también está en desarrollo y se espera que comience en la segunda mitad de 2024. Estas iniciativas buscan enfrentar el estrés hídrico en el sur del país y mejorar la productividad agrícola, destacando la importancia de la planificación y la colaboración público-privada para el desarrollo sostenible de la región.
