La planta de macaúba, originaria del Cerrado brasileño, se destaca como una materia prima innovadora para biocombustibles de aviación, con una inversión de 2.500 millones de dólares para su producción a gran escala en Brasil. Acelen Renewables, respaldada por Mubadala Capital, anunció este proyecto durante la COP28 en Dubái, con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 80% en comparación con los combustibles fósiles utilizados en la aviación. La compañía planea producir 1.000 millones de litros anuales de gasóleo renovable y combustible de aviación sostenible a partir de la macaúba, una planta brasileña conocida por su alto rendimiento y eficiencia en el uso de recursos.
Brasil busca convertirse en líder mundial en energías renovables, aprovechando su potencial en energía solar, eólica y ahora, con el biocombustible de macaúba. El proyecto de Acelen Renewables está en fase avanzada de ingeniería y se espera que la producción comience en el segundo semestre de 2026. Se proyecta que esta iniciativa generará beneficios económicos considerables, con un estimado de 17.000 millones de dólares circulando en la economía brasileña hasta 2035 y la creación de 90.000 empleos directos e indirectos.
La producción del combustible renovable se dirigirá principalmente al mercado internacional, donde ya están aprobados para su comercialización y consumo. Para evitar la competencia con la producción de alimentos, el proyecto se enfoca en la recuperación de tierras degradadas, estableciendo al menos cinco polos agroindustriales en 200.000 hectáreas de bosques en Bahía y Minas Gerais. La macaúba, al producir siete veces más aceite por hectárea que la soja y ser compatible con sistemas agroforestales y silvopastorales, se presenta como una opción sostenible para la producción de biocombustibles y otros productos, desde la semilla hasta la pulpa utilizada en alimentos y cosméticos.
