El productor y presidente de la Asociación de Agricultores de Ñuble, Carlos González, anticipa un inicio de cosecha de cerezas alrededor del 20 de diciembre, marcado por condiciones climáticas adversas. Un invierno lluvioso y una primavera helada han afectado la polinización, resultando en un significativo aborto de frutas y una disminución de hasta un 50% en la producción, especialmente en sectores golpeados.
Aunque algunas zonas de la región ya han comenzado la cosecha para exportación, el valle regado y la precordillera experimentan un retraso de al menos una semana debido a condiciones climáticas menos frías de lo esperado. Ñuble, la cuarta región exportadora de cerezas en Chile, enfrenta una disminución en la oferta de frutas, contrarrestando las expectativas iniciales de una histórica exportación de más de 100 millones de cajas.
A pesar de los desafíos en la calidad de la fruta, González hace un llamado a mantener altos estándares en el embalaje para preservar la buena reputación de Chile en el mercado chino. A pesar de la menor oferta, se espera que la alta demanda y la disminución en la cantidad de frutas exportadas al país asiático resulten en mejores precios.
El impacto en la producción de Ñuble se proyecta ser menos severo en comparación con otras regiones más tempranas afectadas por fuertes lluvias. Varias variedades tardías, como Regina, han resistido mejor las condiciones climáticas adversas en comparación con las regiones del norte, lo que podría traducirse en una menor cantidad de frutas para exportar desde esas áreas.
A medida que la temporada avanza, González destaca la importancia de mantener la atención en la cosecha, ya que la fruta presenta variaciones en tamaño y color, con algunas frutas propensas a daños. A pesar de los desafíos, se espera que la menor cantidad de frutas llegando a China y la alta demanda resulten en precios favorables, compensando la baja en la producción y asegurando la reputación de Chile como exportador de cerezas.
