Félix Chiquiyuri, un agricultor de 33 años de Huarochirí, en la región de Lima, experimentó un cambio de vida sorprendente gracias a la apicultura. Inicialmente, se ocupaba de la agricultura y cuidaba las colmenas de abejas de su suegro como un pasatiempo. Sin embargo, todo cambió cuando los yachachiq (maestros del campo) del programa Foncodes del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) lo alentaron a convertir la apicultura en un negocio.
El punto de inflexión se produjo cuando Félix decidió presentar un plan de negocio en una convocatoria de Foncodes y se convirtió en uno de los 10 ganadores. Dejó su trabajo en la agricultura para dedicarse por completo a la producción de miel. Con la ayuda técnica y el respaldo financiero del proyecto Haku Wiñay de Foncodes, pudo adquirir más colmenas y ampliar su negocio.
Félix no se limitó a producir miel; también diversificó sus productos con elementos como la polimiel y la jalea real, además de ofrecer servicios de polinización y venta de abejas reinas mejoradas. Con prácticas apícolas sólidas y equipos bien implementados, su emprendimiento prosperó rápidamente.
La colaboración con otros apicultores en la zona permitió que su asociación, conocida como “Don Potencio,” cuente con 180 colmenas y produzca cerca de tres mil kilos de miel. Estos productos se distribuyen en Huarochirí y todo Lima, donde han ganado una sólida aceptación en los mercados locales.
Félix no se conforma con su éxito personal y tiene planes ambiciosos para su comunidad. Ha adquirido un terreno extenso con la intención de construir un apiario, donde colmenas adicionales generarán empleo para sus paisanos que desean emprender sus propios sueños.
La historia de Félix Chiquiyuri es un ejemplo inspirador de cómo una pasión y la orientación adecuada pueden transformar la vida de una persona y crear oportunidades para toda una comunidad. Su dedicación y éxito en la apicultura han allanado el camino para que otros sigan sus pasos y persigan sus propios sueños emprendedores.
