Las paltas peruanas han emergido como una fuerza prominente en el escenario global de la exportación de aguacates, capitalizando su estacionalidad para ocupar un espacio vital en el mercado internacional. Su periodo de exportación, que abarca de mayo a agosto, complementa de manera crucial la temporada de exportación mexicana, llenando los vacíos en el suministro y ofreciendo oportunidades significativas para los aguacates peruanos. Aunque este año presenta desafíos climáticos que afectan la producción, como lo señala Juan Carlos Paredes Rosales, presidente de la Asociación de Productores de Palta Hass del Perú (ProHass), con una disminución prevista del 16% en las exportaciones debido a condiciones climáticas desfavorables, especialmente en regiones clave como Trujillo y Chiclayo.
La perspectiva de una menor oferta ha suscitado preocupaciones sobre posibles aumentos de precios, aunque la incertidumbre persiste sobre si estos precios más altos compensarán adecuadamente la disminución en el volumen de producción. En este contexto, los esfuerzos se centran en dirigir un mayor volumen de exportaciones hacia Estados Unidos y Europa, aprovechando la posible disminución del tamaño de las paltas mexicanas y las expectativas de precios altos en Europa debido a la menor oferta. A pesar de estos desafíos, hay señales alentadoras en algunas regiones, como la Sierra, que registra una campaña sólida con exportaciones semanales significativas de palta Hass, y la apertura de nuevos mercados como Malasia ofrece oportunidades para la expansión de las exportaciones peruanas de palta.
En lo que respecta a los precios, la temporada actual refleja condiciones de mercado favorables, con precios entre un 40 y un 50% superiores a los del año anterior. Sin embargo, al abordar los desafíos para la industria de la palta peruana en 2024, mantener la calidad emerge como un enfoque principal. Esto implica asegurar niveles óptimos de madurez y reducir los niveles de plagas que podrían afectar la calidad de la fruta en el campo. Además, se destaca la importancia de la sostenibilidad del cultivo de aguacate, lo que requiere un uso responsable de recursos como el agua, los agroquímicos y los fertilizantes, y la implementación de avances tecnológicos para monitorear y automatizar procesos.
