La fresa peruana enfrenta desafíos en su producción, con una demanda parcialmente insatisfecha debido a la irregularidad en los principales proveedores. Aunque el cultivo en Perú no ha experimentado un crecimiento significativo, la necesidad de adaptarse a variedades de día neutro podría mitigar los impactos climáticos y mejorar la estabilidad de la producción. A pesar de la irregularidad, el 2023 cerró positivamente con un aumento del 22% en volumen y 17% en valor, pero se observa una tendencia al alza en los precios para el primer trimestre de 2024.
En el ámbito internacional, Estados Unidos sigue siendo el principal mercado para la fresa peruana, aunque enfrenta desafíos debido a la producción interna estancada y la entrada de fresas egipcias. A pesar de un ligero aumento en los envíos, hubo una caída del 7% en el valor, atribuida a situaciones de precios desfavorables al inicio del año. En contraste, el mercado europeo ha demostrado ser más prometedor, con un crecimiento del 33% en volumen y prácticamente el doble en valor. La situación de producción interna en Europa, especialmente en Huelva, España, abre oportunidades para la fresa peruana.
En un cambio sorprendente, Guatemala ha emergido como un destacado importador de fresas peruanas, pasando del sexto al tercer puesto en menos de un año. Con un total de 4,587 toneladas importadas por casi US$ 8 millones en el 2023, Guatemala presenta un potencial crecimiento significativo para las exportaciones de fresas peruanas. Este ascenso es notable, considerando que los envíos a Guatemala eran limitados hasta el año anterior.
