Después de una prolongada sequía que asoló el centro y sur de Sudamérica, dejando graves consecuencias económicas y sociales en varios países de la región, finalmente se vislumbra un cambio en el panorama climático. Un informe reciente sobre las perspectivas climáticas para el Cono Sur durante el otoño e invierno de 2024, solicitado por el Consejo Agropecuario del Sur (CAS), revela que el fenómeno de El Niño persistirá, influenciando las temperaturas y las lluvias.
El documento, elaborado por expertos de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, destaca la alta frecuencia de eventos meteorológicos extremos y catastróficos, consecuencia de la aceleración del cambio climático. Estos eventos afectan no solo los rendimientos de la producción agropecuaria sino también la calidad de vida en las zonas rurales.
Aunque algunas regiones comenzaron a experimentar lluvias significativas a partir de enero y febrero, aún persisten focos de sequía en áreas específicas de Chile y Argentina. El informe señala que estamos atravesando condiciones de El Niño, con una probabilidad superior al 70% de que este fenómeno persista durante el otoño del hemisferio sur.
En este contexto, se esperan lluvias por encima de lo normal en la Gran Cuenca del Plata, abarcando el norte y centro este de Argentina, Uruguay, Paraguay y el sur de Brasil. El documento sugiere que, de concretarse estas perspectivas, se anticipa un buen desempeño para pasturas cultivadas y cultivos de verano más tardíos, así como un favorable crecimiento de otoño en el campo natural.
Las perspectivas varían en distintas regiones, desde pronósticos de precipitaciones menores a lo normal en el Altiplano hasta registros de temperaturas máximas superiores a lo normal en Chile. Aunque el fenómeno del Niño persiste en algunas áreas, se observa un franco decaimiento. En el Gran Chaco, incluido el Pantanal brasileño, se augura una mayor disponibilidad de agua, esencial para agroecosistemas y reservorios naturales.
